Pese a que la Unión Europea (UE) le pagaba a Senegal 1,7 millones de euros anuales por un acuerdo de pesca, el Gobierno de Dakar le ponía trabas a la flota. Tantas que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ofreció hasta 250.000 euros por barco a los tres atuneros vascos con licencia en ese país. Por no luchar lo suficiente contra la pesca ilegal, la UE está dispuesta a cerrar el mercado comunitario al pescado senegalés. Con la renovación del pacto casi descartada, los cañeros vascos que no tienen opción a faenar piden alternativas.
Plantean tres que dependen del ministerio, declaró Amaia Barredo, consejera vasca de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, a la agencia Efe. Una, ayudas por parada temporal, condicionadas porque en este caso es la UE la que renunciaría al acuerdo. Dos, subvenciones al desguace, vistas «las pocas posibilidades de renovación del protocolo, lo que supone que esta flota quede sin actividad», según Barredo. Y tres, apoyo para buscar caladeros alternativos y hacer prospecciones.
De momento, los atuneros continúan paralizados en Dakar y sin ingresos, por lo que el Gobierno vasco analiza la posibilidad de concederles al menos ayudas de mínimos para capear la situación.